Si estas pensando en adquirir un andador, para facilitar las actividades y la movilidad que ejerces en tu día a día, debes tener en cuenta cuáles son tus necesidades y qué tipos de andadores hay disponibles en el mercado, con el fin de escoger aquel que mejor se adapte a ti.
Desde Ortocore, hemos elaborado esta guía, que menciona todos los tipos de andadores que existen y cuáles son sus características. De este modo, tendrás mayor conocimiento la hora de escoger tu caminador.
¿Qué tipos de andadores existen?
Los tipos de andadores o rollators permiten mayor independencia y autonomía a quien lo necesite. Dichas personas podrán moverse con mayor fluidez, a la vez que disponen de un soporte sobre el que descansar, reducir el peso sobre sus extremidades inferiores, y con el que levantarse, entre otras cosas.
Hay diferentes tipos de andadores y, aunque tienen en común un estructura similar, es lo que completa dicha estructura, es decir, las características especiales de cada diseño, lo que obliga a distinguir entre ellos, y determinar en qué casos es mejor uno u otro.
Andadores sin ruedas
Los andadores sin ruedas son los más sencillos. Suelen ser ligeros, elaborados en material de aluminio, plegables, de altura regulable y, normalmente, se recomienda su uso en espacios interiores.
Son estructuras con cuatro patas, cuyas terminaciones están rematadas con unas tapas de goma, que son las que están en contacto directo con el suelo, y que servirán para evitar posibles resbalones. En la parte superior, se disponen dos empuñaduras para garantizar el agarre adecuado.
Dadas su características, en cuanto a su mantenimiento, debes asegurarte de revisar su estado de forma periódica, porque pueden sufrir desgaste por la fricción. Y si el andador pierde capacidad de agarre será menos seguro.
Se trata del modelo más básico y, por lo general, los andadores sin ruedas no suelen incluir complementos. Por otro lado, como ya hemos mencionado, son adecuados para su uso en interior pues, por ejemplo, su manejo puede ser complicado en zonas mal asfaltadas o con obstáculos.
Son perfectos para personas con las piernas débiles, para quienes requieren de un soporte durante un periodo de rehabilitación, o para personas con sobrepeso que requieren de una herramienta adicional, para levantarse o sujetarse en determinados momentos.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, para utilizar un andador sin ruedas, es necesario levantarlo ligeramente a medida que uno se desplaza con el. Por ello, no es conveniente para personas con poca fuerza en manos y brazos.